Hablemos de Gamera 2: el ataque de Legion, de Shusuke Kaneko (1996)
¡Buenas! Hoy vamos con la segunda de la trilogía del guardián del universo: Gamera. Si queréis leer la primera entrega podéis hacerlo pinchando aquí. Esta vez vamos con una aventura más ligera que abraza mucho más el terror.
Solo un año después de ver a Gamera contra Gyaos tuvimos a Gamera de nuevo, dirigida por el mismo director pero guionizada esta vez por un tal Kazunori Itô. Todas estas cosas se notan en la película, las prisas y la fama crearon algo que no termina de funcionar. Dejadme que me explique.
Esta historia, a diferencia de la primera, esta más elaborada. Se basa en un tópico muy usado en el cine de kaijus, que es la invasión extraterrestre. Desde King Ghidorah a Orga, esto no nos pilla de nuevas. Sin embargo, aquí se hace de una manera un pelín rara. Si os acordáis, sobre la anterior película dije que era simple pero funcional. Aquí han tratado de darle más profundidad, creando misterios al rededor de Legión (la criatura, o más bien criaturas, malvadas de turno) que no terminan de cuajar. Es un poco difícil seguir el ritmo de ciertos acontecimientos, así como la falta de explicación de ciertos aspectos. Por ejemplo, parecerá una tontería pero, en la cinta, al Legión grande que actúa como el gran mega kaiju a derrotar nunca se nos dice porque es así de inmenso o porque su aspecto es diferente. Todo parece indicar que es como la reina del enjambre o algo así, pero nadie ni siquiera se lo cuestiona. O, por ejemplo, sabemos como los mini Legión acaban donde acaban pero, ¿el grande? ¿Cómo se mete ahí sin que nadie lo note hasta su aparición estelar? Son pequeñas cosas que, unidas a que la trama a veces cuenta tan poco que te despista, que vuelven la historia algo que funciona a medias. Otros momentos si que consiguen ser intrigantes y, una vez comprendes como funcionan los Legiones, es un sistema interesante y el díptico kaiju bueno-kaiju malo y sus peleas sigue funcionando muy bien. Es solo que, más veces de las que debería, se vuelve confuso y ortopédico.
Otro concepto con el que tengo ciertos problemas son los personajes. Aquí tenemos unos nuevos protagonistas, a excepción de una referencia graciosilla y otra cosa a la iré luego. Son otros pero no, porque el concepto es el mismo. Tienes, por un lado, al militar de honor y por otro a la científica, sin embargo aquí fallan donde en la anterior no. Esta pareja no tiene química, o no tanta como los de la anterior película, así como sus personalidades se sientes un poco vacías, en exceso esteriotípicas, al menos en ocasiones. Todo eso se ve muy afectado por una especie de patriotismo nipon que se huele de fondo y que a mi no me hace mucha gracia, porque parece atontar a los protagonistas y volverlos menos interesantes. No es nada terrible o que te impida disfrutar de la película, pues otros secundarios si tienen su rollo e incluso los protagonistas tienen buenos puntos (la relación de la prota con su ayudante o cuando el protagonista salva a unos secundarios de un mini Legion pistola en mano). De nuevo, nada terrible, pero si peor que su predecesora.
Lo que si me parece un fallo grave en cuanto a personajes es la aparición de la niña de la primera película anímicamente unida con Gamera, cuya aparición se limita a decir dos frases con suerte y actuar de deux ex machina inmenso al final de la cinta. Eso es un problema gordo y metido sin contexto por falta de recursos en un guión mal planteado. Entiendo todo lo que puede significar y como se justifica en la tercera entrega, pero a mi no me vale para salvarlo.
Pero bueno, no todo es negativo, ni mucho menos. Para empezar esta claro que la dirección ha mejorado, o por lo menos aquí esta más esforzada, con más libertad. Seguimos llenos de planos y momentos muy japoneses, con interpretaciones que lo acentúan, pero intercalados con más filigranas de cámara. De nuevo y como dije en la anterior reseña, no es algo malo pero si algo a destacar. Juega más con las luces y las sombras y genera tensión manteniendo la cámara en ciertas situaciones que lo hacen beneficioso.
Y de tensión va la cosa, porque si Gamera era una monster movie en toda regla su segunda entrega directamente abraza el genero del horror. La escena del tren es una maravillosa mejora del primer ataque de los Gyaos de la anterior cinta. Esa oscuridad, ese diseño del averno que tienen los mini Legiones, como arañas mutantes, ese ruido de pesadilla o ese chorro de sangre carmesí que precede al caos. Y escenas así de bien paridas hay por todos lados. Además ese tema, la sangre, aquí cobra importancia. Hay mucha más sangre en esta película, lo que nos ayuda a darle impacto a la cinta. Cuando Gamera se pelea y la vemos sangrar tanto duele, toda cubierta de heridas rodeada por los mini Legiones. No solo crea escenas verdaderamente pesadillescas donde nos hacen sentir ese dolor, ese terrible sufrimiento que Gamera soporta por nosotros como un Jesucristo con caparazón, si no que vuelve toda la cinta mucho más violenta. Y, como os digo, esta llena de escenas así, aprovechándose del menor tamaño de los mini Legiones para relacionarlos con los humanos, como el ataque de un mini Legión al final o la autopsia. Muy tétrico todo.
Solo un año después de ver a Gamera contra Gyaos tuvimos a Gamera de nuevo, dirigida por el mismo director pero guionizada esta vez por un tal Kazunori Itô. Todas estas cosas se notan en la película, las prisas y la fama crearon algo que no termina de funcionar. Dejadme que me explique.
Esta historia, a diferencia de la primera, esta más elaborada. Se basa en un tópico muy usado en el cine de kaijus, que es la invasión extraterrestre. Desde King Ghidorah a Orga, esto no nos pilla de nuevas. Sin embargo, aquí se hace de una manera un pelín rara. Si os acordáis, sobre la anterior película dije que era simple pero funcional. Aquí han tratado de darle más profundidad, creando misterios al rededor de Legión (la criatura, o más bien criaturas, malvadas de turno) que no terminan de cuajar. Es un poco difícil seguir el ritmo de ciertos acontecimientos, así como la falta de explicación de ciertos aspectos. Por ejemplo, parecerá una tontería pero, en la cinta, al Legión grande que actúa como el gran mega kaiju a derrotar nunca se nos dice porque es así de inmenso o porque su aspecto es diferente. Todo parece indicar que es como la reina del enjambre o algo así, pero nadie ni siquiera se lo cuestiona. O, por ejemplo, sabemos como los mini Legión acaban donde acaban pero, ¿el grande? ¿Cómo se mete ahí sin que nadie lo note hasta su aparición estelar? Son pequeñas cosas que, unidas a que la trama a veces cuenta tan poco que te despista, que vuelven la historia algo que funciona a medias. Otros momentos si que consiguen ser intrigantes y, una vez comprendes como funcionan los Legiones, es un sistema interesante y el díptico kaiju bueno-kaiju malo y sus peleas sigue funcionando muy bien. Es solo que, más veces de las que debería, se vuelve confuso y ortopédico.
Otro concepto con el que tengo ciertos problemas son los personajes. Aquí tenemos unos nuevos protagonistas, a excepción de una referencia graciosilla y otra cosa a la iré luego. Son otros pero no, porque el concepto es el mismo. Tienes, por un lado, al militar de honor y por otro a la científica, sin embargo aquí fallan donde en la anterior no. Esta pareja no tiene química, o no tanta como los de la anterior película, así como sus personalidades se sientes un poco vacías, en exceso esteriotípicas, al menos en ocasiones. Todo eso se ve muy afectado por una especie de patriotismo nipon que se huele de fondo y que a mi no me hace mucha gracia, porque parece atontar a los protagonistas y volverlos menos interesantes. No es nada terrible o que te impida disfrutar de la película, pues otros secundarios si tienen su rollo e incluso los protagonistas tienen buenos puntos (la relación de la prota con su ayudante o cuando el protagonista salva a unos secundarios de un mini Legion pistola en mano). De nuevo, nada terrible, pero si peor que su predecesora.
Lo que si me parece un fallo grave en cuanto a personajes es la aparición de la niña de la primera película anímicamente unida con Gamera, cuya aparición se limita a decir dos frases con suerte y actuar de deux ex machina inmenso al final de la cinta. Eso es un problema gordo y metido sin contexto por falta de recursos en un guión mal planteado. Entiendo todo lo que puede significar y como se justifica en la tercera entrega, pero a mi no me vale para salvarlo.
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| Nos llaman Legión porque somos muchos. |
Y de tensión va la cosa, porque si Gamera era una monster movie en toda regla su segunda entrega directamente abraza el genero del horror. La escena del tren es una maravillosa mejora del primer ataque de los Gyaos de la anterior cinta. Esa oscuridad, ese diseño del averno que tienen los mini Legiones, como arañas mutantes, ese ruido de pesadilla o ese chorro de sangre carmesí que precede al caos. Y escenas así de bien paridas hay por todos lados. Además ese tema, la sangre, aquí cobra importancia. Hay mucha más sangre en esta película, lo que nos ayuda a darle impacto a la cinta. Cuando Gamera se pelea y la vemos sangrar tanto duele, toda cubierta de heridas rodeada por los mini Legiones. No solo crea escenas verdaderamente pesadillescas donde nos hacen sentir ese dolor, ese terrible sufrimiento que Gamera soporta por nosotros como un Jesucristo con caparazón, si no que vuelve toda la cinta mucho más violenta. Y, como os digo, esta llena de escenas así, aprovechándose del menor tamaño de los mini Legiones para relacionarlos con los humanos, como el ataque de un mini Legión al final o la autopsia. Muy tétrico todo.
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| Eso tiene que doler. |
A nivel gráfico me gusta en parte si y en parte no. Lo primero es que han rediseñado ligeramente a Gamera, arreglando cosas como la postura rara de los brazos al volar y ciertos detallitos del diseño general que, honestamente, quedan muy bien. Son muy pocas cosas, seguimos viendo al mismo kaiju, pero levemente retocado y ayudando a introducirnos en este ambiente oscuro y opresivo que trata de crear la cinta muchas veces. Además están los mini Legiones, de los cuales ya he alabado su diseño tétrico y arácnido. En cuanto al gran Legión, que más pronto que tarde robará el protagonismo a los pequeños y que nos ofrecerá las grandes batallas por las que los kaijus son famosos, esta guay. Reconozco que me decepciona que no mantuviese ese diseño arácnido (aunque fuera modificándolo) para el gran Legión, pero también entiendo que debe de ser complicado mover de manera convincente a una criatura de tantas patas del tamaño de Gamera. Aunque, quitándome pijerías de encima, es un buen diseño, un poco estático pero molón y más expresivo de lo que podría parecer una enorme cara de insecto, con además un sonido muy chulo.
Además, estas dos criaturas protagonizan batallas realmente épicas, llenas de momentos sangrientos y brutales donde la épica y la lucha de voluntades se palpa en el ambiente. Asimismo, Legión está lleno de secretos y armas inesperadas que volverán cada combate único. De hecho, el combate final sería de mis favoritos de la saga si no llega a ser por ese final tan anticlimático, tan deus ex machina. Igualmente esta muy bien y dan mucha variabilidad a una criatura de un diseño tan rígido como Legión.
Tengo, sin embargo, una pequeña queja con respecto a lo gráfico. Y es que, aunque el 90% del tiempo todo esta hecho con efectos tradicionales, si que hay algunas partes con CGI. Son cortas y no se abusa de él, pero es un CGI un poco pordiosero, queda mal y, sobretodo, queda raro en comparación con el magnifico trabajo de trajes y animatrónicos que tiene el resto de la cinta.
La banda sonora no hay mucho que decir, excepto que es tan o incluso más épica y tensa que en al anterior, manteniéndote al filo de la butaca todo el rato. Es una obra maestra que vuelve esas batallas aún más poderosas, que te hace mascar la tensión de esos grotescos momentos donde todo parece estar perdido. Muy buena, si señor.
El subtexto vuelve a ser contra contaminación, aunque llevado con más torpeza que en la anterior, comentándolo por el final. Igualmente tiene puntos muy interesantes, como engarzar ese tema con la trama principal, pues Legión se alimenta de plástico y de nuestra electricidad o romper el vínculo de Gamera con los humanos para dejarlo más como un defensor de la Tierra y dejando caer que esta dispuesta a jodernos si seguimos molestando y propiciando la aparición de estos males, representaciones de nuestra contaminación. Aunque aquí solo se deja caer y será la tercera entrega la que recoja este testigo y lo expanda y desarrolle.
En general es una cinta con unos personajes y una historia que solo funciona a ratos, pero con una gran BSO y momentos realmente épicos. Se siente poco inspirada, pero sigue siendo una cinta sólida en muchos puntos.
PUNTUACIÓN: 💀💀💀 (bueno)
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