Hablemos de El día de la bestia, de Alex de la Iglesia (1995)

¡Buenos días una semana más! Hoy os vengo a contar cosillas sobre la opus magnum de Alex de la Iglesia. La comedia de horror bestial y tensión aun mayor: EL DÍA DE LA BESTIA.

Alex de la Iglesia es un tipo particular. Tiende a a hacer lo que yo llamo el cine del mercenario: si hay dinero yo te dirijo esto, que no tiene nada que ver con mi rollo. Y se le nota, se le nota mucho. Y es una pena y le resta credibilidad a sus estrenos, aunque tampoco quiero ser muy duro yo con esa manera tan hornada de ganarse el pan. Soy consciente que el cine predilecto de de la Iglesia no tiene mucho nicho en este país tumefacto y purulento que algunos tenemos la desgracia de llamar hogar y que el mundo, en general, llama España. No obstante, cuando quiere (o le dejan) Alex de la Igelsia es un absoluto animal. Es un frikazo de referencias muy claras y fetiches concretos (luego hablaré de todo eso) y un maniaco del horror más visceral con al comedia más ácida. Y esta, amigos míos, es su gran obra, mi película favorita de horror y comedia. Si, más que la trilogía de Evil Dead. Lo siento Ash, tu siempre seras groovy, pero esta película es demasiado.

Nada más que leyendo la sinopsis es para excitarse: Un sacerdote descubre cuando va a ser el fin del mundo y, para evitarlo en el día y medio que tiene, decide hacer todo el mal que pueda para poder pactar con el demonio. De ese modo, este le revelara donde esta su hijo y así, sacrificando su alma inmortal, matar al anticristo nada más nazca y salvar a la tierra de su condena. Así, como Jesucristo. Bueno, mejor, poeque la Biblia no la escribió Alex de la Iglesia. Para ayudarse, contará con la ayuda de un medio obligado espiritista de la televisión que es algo así como un Iker Jimenez pero más golfo y con más cara dura y un metalero venido a menos interpretado pro un Santiago Segura en estado de gloria. Si no os he convencido ya para ver la película, cosa que debería haber hecho, esperaos un poco y veréis.

Al diablo le gusta imitar a Dios para burlarse de él.

Vamos a quitarnos ya de encima que ver a Alex Angulo, con la cara de bueno que tiene, hacer el mal me supera y que Santiago Segura es un tio que siempre me ha caído en gracia. Todas las actuaciones están increiblemente bien conseguidas. Te crees sus arcos dramáticos: el sufrimiento, la duda, la incredulidad, la dura aceptación sin que por ello se pierda la comedia más caustica y cabrona posible. Nada superara a Angulo preguntándole a Segura si el es un pecador y este respondiendo: Si, vamos yo peco de la hostia. Pero no toda la comedia es así, tenemos una critica social igual de gargantuesca y descarnada que el resto de la película: desde como al televisión se aprovecha de la incredulidad de la gente pobre hasta el racismo exacerbado de un grupo fascista de fachas ricos que van matando sin techos e inmigrantes de maneras horribles porque están limpiando Madrid. Va intercalándose entre comedia más simplona y una fuerte critica social, siempre creando un humor muy ácido que cala hasta la médula, negro como el alma de Lucifer.

Pero es que la historia no es solo un continuo jiji y jaja, por muy ingenioso que quiera llegar a ser. Eso solo es el condimento para el plato principal: una búsqueda constante y asfixiante del anticristo en una noche que se hace demasiado corta, llena de momento sangrientos, descarnados, brutales y muy terroríficos que nos harán sufrir con nuestro protagonista mientras trata de hacer el mal para hacer el bien y perdemos de paso la fe en nuestra propia salvación. Cada vez las situaciones en las que nuestro sacerdote y compañía se meten para averiguar a dónde ir será más extremas y sofocantes, con el constante tic tac del reloj, siempre presente. Nunca pensé que una película que llega a ser tan divertida pudiera ser tan tensa, hasta el punto de que te quiere explotar el pecho. El terror esta muy bien medido, con la sombra siempre presente del maligno, una gloriosa escena de invocación y el final, que jamás he visto yo un fin del mundo más aterrador ni un Lucifer más completa y absolutamente pavoroso.

Dura es la vida de los mártires.

La dirección apoya mucho este glorioso guión, con planos vertiginosos, mucho sube y baja, picados y contrapicados que nos darán un mareo monumental, tal y como debe estar sintiéndose el protagonista. Además de primeros planos para enfatizar el deterioro físico evidente que va acompañando al psicológico y que acentúa el desarrollo más que perfecto de los personajes.

Y de verdad que crea un terror muy efectivo. De la Iglesia es un fan absoluto de los juegos de rol y casi parece que estoy jugando una partida Cthulhu con trasfondo religioso una de Kult. Es verdaderamente monstruoso las imágenes enfermizas que crea, como si lo que nuestros protagonistas ven no debería de ser visto. Los momentos de puro peligro, muchas veces rozando con un gore bien medido mezclado con el conjunto de males aberrantes que conforman a la humanidad que parecen acumularse todos en aquella nochebuena madrileña como adoración al hijo de las sombras.

Todo eso unido con el diseño de Lucifer, que es una especie de horror cabrio sacado de un cuadro de Goya con una expresión de soberbia colosal, como si no le importase ganar o perder porque tiene toda la eternidad a su favor. Con momentos realmente colosales y que, con una aparición minúscula y sin soltar una sola palabra, consigue helar la sangre.

El fin del mundo.

Además la fotografía de esta película es sublime, igual de mareante y brutal que la cinta en sí, con un dominio de la composición y la simetría colosales que se acoplan muy bien a la propia trama, llena de detalles en los que fijarse y ayudando a mantener el ritmo frenético de la trama.

Para acabar, tiene una banda sonora brutal, lleno de metal del más retorcido y estomagante, justo el que a mi me gusta. A destacar el tema principal: el día de la bestia, compuesto por nadie más y nadie menos que los siempre geniales Extremoduro. Puede escucharse en el making off a toda pastilla como un colofón maravilloso.

Sin más, esta es una película redonda en todo, unas grandes actuaciones, genialmente actuada, guión excelente, dirección magnifica,...Yo no se que más se puede pedir al altísimo, de verdad.

Más allá de estar volando, como los angelitos.

PUNTUACIÓN: 💀💀💀💀💀 (sobresaliente)