Hablemos de Becky, de Cary Murnion (2020)

 ¡Qué ganas de aplastar cráneos! Hoy, oliendo a exámenes, goma de borra y sesos fresco os traigo la reseña de Becky. ¡Vamos a ello!


¿Sabéis lo que pasaría si Solo en casa y Mandy tuvieran un hijo juntos? Pues muy sencillo, que saldría esta película

En Becky tenemos una cinta que juega a un juego tan sencillo como atrevido e interesante, llevándonos por una historia de venganza con toques lisérgicos terriblemente cruel. Nuestra adorable protagonista, Becky, es una preadolescente que la vida ha tratado con la suficiente mala gana como para que desarrolle el gusto por un instinto asesino, que permanecerá en stasis hasta que un evento traumático le obliga usarlo contra una especie de nazis sectarios completamente dementes (a los que llegaré luego). Vamos, la historia del quinceañero promedio.  

Meter a niños en películas de terror, más aún cuando son tan violentas y todavía peor cuando la fuente de esta violencia son los mismos, siempre ha sido complejo y no exento de polémica. Sin embargo, esta  abraza esa idea sin pudor y hasta con notable diversión, creando una cinta que demuestran no poco valor y un amor sin tapujos por el cine de género.

No estamos ante una película calificable de obra maestra, pero si una que sabe muy bien cómo jugar con las cartas que tiene, en un caso muy claro de que el resultado es mayor que la suma de las partes que lo componen.

Cazador y presa son conceptos que varían como el viento


Es una cinta bien dirigida, que usa mucho el montaje contrapuesto de nuestra protagonista y de los  antagonistas. De este modo, crea una narrativa visual de lo que está sucediendo, además de un conducto para demostrar el creciente parecido entre ambos personajes, demostrando no ser más que las dos caras de la misma moneda. Todo esto es evidenciado por ese discurso final de Dominic, el líder de los nazis sectarios, cuando le dice a Becky que no son tan distintos y que evitando el cliché queda claro al espectador tras el transcurso de la cinta de que se trata una afirmación con fundamento y que, si no surte efecto, es porque la protagonista es incluso peor que ellos

El estilo visual de la película está enormemente cuidado, desde lo que nos permiten ver del entorno hasta las vestimentas de los personajes, creando un  colorido y vibrante con mucha personalidad y que señala referentes claros, además de una manera sencilla y atrayente de definir y resaltar a sus personajes, muy en especial a la protagonista y antagonista principal. Este uso tan estilizado de la luz y los colores sin dejar por ello atrás toda la violencia cruda y visceral que esperamos de una película de terror hace todo esto una lección muy buena, de la que hay que destacar la elección de material escolar de lo más infantil posible retocado para volverlos efectivos utensilios de asesinato. No tiene efectos especiales muy impresionantes pero no los necesitan y las pocas veces que los vemos son, sobre todo, para los asesinatos más brutales y que, de ese modo. cobren una dimensión más real. Se dejan ver muy bien, muchos horrores a plena luz del día, evidenciando así el carácter sanguinarios y sin escrúpulos que la película persigue. 

Los personajes, lo que de verdad mueve esta cinta, son un conjunto caótico y pulp de degenerados mentales de todo tipo. Mi amigo Manuel compara a Becky con la hija entre Katniss Evergreen y John Rambo y, si bien veo los parecidos, para mí es algo mucho más grotesco. John Rambo ve la violencia como una tortura de la que no puede escapar, mientras que Becky la entiende como un festín del que no quiere huir. Los villanos, aunque claramente neonazis, tienen un punto original, con esa especie de secta y representarla por un símbolo nórdico ya es incitar al misterio. Si a eso le sumamos la busca de esa misteriosa llave que parece abrir algo más que un tesoro terrenal, llegando a suscitarme me la duda de si no pretenderán abrir la Arca de la Alianza. Si bien puede resultar un poco descabellado, concuerda con el diálogo que Dominic tiene con la madrastra de Becky, la única pista que tenemos respecto a lo que abre la llave. 

Conversaciones incómodas


La banda sonora es una mezcla entre hard rock y algo más electrónico,
con un toque cómo de coca cortada con que le proporciona ese estilo tan característico y que sin duda bebe de la anteriormente mencionada Mnady o Daniel isn't real, por nombrar un par de ejemplos modernos que se me viene a la cabeza. No es especialmente original pero sus referentes refuerzan el punto del terror como género que se fagocita a sí mismos con y queda en la cinta como anillo al dedo. 

Queda con esto una cinta más que notable y sorprendentemente abierta secuelas, por qué no debo de ser yo el único que quiere ver una secuela con Becky huyendo y matando a más miembros de esa secta misteriosa mientras se nos cuentan más detalles escabrosos, y probablemente sobrenaturales, de lo que pretenden mientras vemos como esa niña crece en maldad. 

En general una peli sólida y divertida que no recuerda que el cine puede ser lo que le dé la gana, sin mayores pretensiones y sin por ellos rebajar un ápice su calidad

PUNTUACIÓN: 💀💀💀💀 (muy buena)


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