Hablemos de Gamera, de Shusuke Kaneko (1995)

¡Hola! Hoy vamos a hablar de la primera entrega de la trilogía de Gamera, guardián del universo. Una monster movie de kaijus con la tortuga más molona del cine que abraza el terror. Vamos a ello.




        Me encantan los kaijus. Esos monstruos japoneses colosales que arrasan Japón hasta que otro (normalmente representación de la madre tierra) viene a salvarle el culo a la humanidad en peleas molonas y mucho simbolismo nipón. Me encanta. Y, aunque soy fan incondicional de Godzilla, yo me inicié con esta trilogía, la trilogía de Gamera: guardián del universo. La Gamera antigua, salvo algunas excepciones, no es que sea muy de mi agrado, me recuerda demasiado al Godzilla de sus épocas más cartoon (las peores a mi padecer). Sin embargo, esta trilogía saca lo mejor de la tortuga más molona del mundo.

    La trama es sencilla como un yo-yo, e igualmente efectiva: Un antiguo mal, Gyaos, despierta y comienza a volverse un peligro monumental. En el momento justo despierta su gran enemigo, el defensor de la tierra Gamera. Simple, ¿eh? Pues funciona de lujo, sobretodo junto al formato ligero y corto de la película, la vuelven una cinta ágil y con su subtexto y sus tramas que nunca nos permite aburrirnos gracias a sus peleas y sus momentos de horror en toda su gloria de kaijus.

    Aunque no por ello estamos ante una historia simplista en lo más mínimo. Esto es terror a la energía nuclear 2.0. Esto no es nuevo en el cine de kaijus, Godzilla surge de estos mismos miedos, pero esta trilogía lo va perfilando y añadiendo nuevos matices. En este aspecto, esta primera entrega quizás se la más plana. Presenta a Gamera como una representación de al tierra, anímicamente unida a una niña pura y bondadosa representando el mejor aspecto de la humanidad, para luchar contra Gyaos. La gracia está en que Gyaos despierta porque, con nuestra contaminación masiva y destrucción de ambientes naturales, prácticamente hemos hecho un mundo a su medida. Aparte la energía nuclear sigue presente, aunque a mi padecer de un modo más secundario que en otro tipo de cintas del estilo. Aquí se centra más en problemas medioambientales de los humanos, en un sentido más amplio.

    Para empezar, algo que me parece importante identificar es que esta película es japonesa. Y quizás os parezca una obviedad, pero es que es muy muy japonesa. Se le nota en la actuación, a veces un tanto exagerada, en algunos planos en exceso bombásticos. No es que sea un cambio descomunal si no estáis acostumbrados a este tipo de cine, pero desde luego el salto regional se nota. No es malo persé, pero se nota la diferencia. Los asiáticos tienden a explicar las cosas de maneras diferentes porque, culturalmente hablando, tienden a fijarse en otras cosas, a darle importancia a cosas que ha nosotros igual nos parecen menos relevantes. Es una visión de la vida que echa raíces muy profundas, hasta el punto de afectar a la trama o a los personajes. Partes principales, tomando decisiones o adoptando simbologías que a nosotros nos pueden resultar, al menos de primeras, un poco chocantes. De nuevo, nada malo, pero si a tener en cuenta.

El cine japones tiene una belleza especial.

    Los personajes me gustan bastante. Incluso algunos que parecen un poco más capullos tienen ese ramalazo de honor japones que tan bien le sienta a este cine. La cinta los usa de una manera un pelín excesiva para exponer información, aunque con el ritmo de la cinta nunca llega a ser un problema acusado. De nuevo, son personajes muy nipones en sus desarrollos, tanto el militar como la ornitóloga que hacen las veces de protagonistas. No obstante, tiene química entre ellos, te encariñas de ellos por su nobleza y no estorban mucho a todo el subtexto naturalista y las escenas de kaijus, que es para lo que estamos aquí.

    Y que kaijus, madre mía. Para empezar el uso de efectos de CGI es prácticamente nulo. Tanto Gamera como Gyaos están hechos con el cuidado uso de maquillajes, trajes, animatrónicos y demás. Están muy bien conseguidos, dándole a las criaturas, en especial a Gyaos, un aspecto duro y peligroso, algo salvaje e imparable. El movimiento esta bastante bien conseguido, la mayoría de veces no se ven más torpes de lo que cabría esperar en dos criaturas de ese tamaño tan colosal.

    Y no es solo eso, también están diseñadas con un mimo excelente, conservando la esencia de sus modelos originales pero cambiándolas para darles un aspecto más animal, más real e incluso algo más serio que viene de lujo para esta cinta. Como guinda del pastel, ambos tienen sonidos terroríficos y magníficos, de nuevo destacando a Gyaos. Producen ruidos agudos y penetrantes, agradable contraste con el clásico gutural y monstruosos de Godzilla.

El bien y el mal.

    De la dirección ya he hablado antes por encima, y en realidad en esta cinta no hay mucho que comentar, no siendo así en otras entregas de la trilogía. Muy japonesa, con sus zoom in, sus planos contrapicados a los kaijus para realzar su magnitud, algún plano muy rápido hecho con una maqueta diminuta de la ciudad para seguir dándole fuerza a los kaijus. Realmente es sencillota, tan siquiera toquetea mucho al iluminación,a excepción de algún momento oscuro.

    Porque de momentos oscuros esta llena. ¿Os habéis dado cuenta como enlazo temas? Bueno, a lo que iba. Esta llena de escenas tétricas, porque para empezar no tiene piedad alguna con los transeúntes. Gyaos se los come a pares y formas terribles, sin obviar el muy efectivo uso del sonido de masticar algo crujiente, que aporta mucho a la experiencia. Eso, junto a cosas tan grotescas como el descubrimiento del nido de Gyaos, que es una escena cruenta digna de una viñeta a doble página de Berserk. Todo eso, sumándole pequeños detalles como que, cuando uno de los Gyaos muere los otros les falta tiempo para coger al aire sus restos y comérselos, añade mucho al espíritu más terrorífico de la cinta, más de monster movie total, de gente huyendo antes las maldades o las catástrofes derivadas de estas criaturas. Todo aderezado con primeros planos de estos monstruos, sobretodo comiendo, que son deliciósamente escabrosos.

Carne fresca.

    La banda sonora de esta película me chifla, esta llena de temas tensos y épicos, altos y gloriosos. Ambientan de manera genial y ayudan a volver la cinta si cabe aun más climática y ágil. Todas las escenas que acompaña la música están perfectamente bien compenetradas. Para ejemplo, os dejo con al música de los créditos iniciales, que es bestial.


    En general estamos antes una película de kaijus con acción y terror a raudales, un elenco que funciona, una dirección simple pero que no estorba y un gran ritmo en una historia igual un poco simplona pero con un mensaje interesante.

    PUNTUACIÓN: 💀💀💀💀 (muy bueno)

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