Hablemos de El Visitante, de Richard Price (Temporada 1 // 2020)

¡Buenos días! Hoy nos lanzamos de lleno a esta mini serie de terror e intriga basada en al novela del indiscutible maestro y prolifico escritor Stephen King.


    Me gusta mucho Stephen King, no demasiado cuando se pone en plan thriller y abandona el terror (que es las menos, pero ahí están). Cuestión de gustos, jamás se me ocurriría negar la calidad de este coloso del medio. Esta serie, que por lo que he leido es muy fiel a al obra original, es un poco mezcla de thriller y horror sobrenatural, creando una combinación gloriosa, que se devora con velocidad y cala de horror hasta el hueso.

    La historia nos llevara por un asesinato horripilante de un niño con un culpable demasiado obvio. Cuando este muere asesinado y los crímenes continúan cometiéndose, sumado al hecho de que hay pruebas tan claras situándolo tanto dentro como fuera de la escena del crimen, llevan a un policía, atormentado por la culpa y la muerte de su hijo pequeño, a reunir a un grupo de gente improbable (lo que los amantes de la Torre Oscura llamaríamos un ka-tet) para encontrar al verdadero asesino, que resulta ser una especie de criatura que usa una piel falsa que se le va degradando y que no puedo evitar, de nuevo como fan de Stephen King, pensar en sus famosos hampones (un taheen probablemente)

    Como historia, es la leche. Un concepto interesante que King mueve con muchísimo ritmo. La serie esta repleta de momentos reflexivos, no tiene reparo ninguno en parar la acción y, mientras respiramos, desarrollar mucho a los personajes. El amplio grupo del que dispondremos, un detctive privado, un policía, una detective con habilidades especiales, un detective retirado, un abogado, la mujer del falso acusado,...todos tienen muchos momentos en soledad donde podemos ahondar en ellos. Casi todos tienen sus pequeñas subtramas que aportan a sus personajes y sobretodo a ese sangriento y despiadado final, creando además una relaciones muy particulares entre ellos, interactuando de lujo como las personas unidas por ese oscuro destino que en realidad son.

    Además King obligará a los escépticos a enfrentarse a lo sobrenatural en una especie de viaje del héroe forzoso y delicioso al que ya nos tiene acostumbrados y que entremezcla con dramas personales mucho más terrenales con bastante maestría.

    Los actores, por su parte, hacen un trabajo excelente interpretando a sus personajes (mención especial a Cynthia Erivo y Ben Mendelsohn). Saben transmitir mucho con muy poco, con miradas y gestos leves. En esto destaca mucho también nuestro protagonista, un muy bien traido Ben Mendelsohn, aunque en general todos están bastante conseguidos (incluso algunos con los que pasamos muy poco tiempo), con una caterba de lenguaje no verbal que los vuelve enormemente carismáticos de un solo vistazo. De verdad que no me canso de decirlo, que están todos excelentes.


Yo no lo hice Ralph, yo no lo hice...
    
    No obstante, los momentos de desarrollo, más pausados, no detienen ni por un segundo el tren de la ansiedad, que es el foco del ritmo de esta serie. Es un increscendo desde más o menos el segundo capítulo. Una búsqueda desesperada llena de pruebas contradictorias donde el peso de la culpa y la maldad humana (siempre presente en las obras del maestro de Maine) que no hace más que agravar los males de la manipuladora criatura de pesadilla dedicada a comer niños. Además, bien avanzada la serie, todo se trastoca en una especie de todo o nada en un contrarreloj si cabe más estresante por detener a al criatura antes de que caze a otro niño y asegurándose de que no se acusa falsamente a otro pobre desgraciado. La serie solo nos dejará descansar para presentarnos escenas de verdadera pesadilla, con siluetas monstruosas de la criatura, momentos oníricos realmente oscuros y el martirio de un policía controlado por la criatura, en escenas cada vez más grotescas y terribles. El monstruo no tiene piedad y manipulará y controlará con lo mejor que tenga.

    En todo esto se apoya una dirección extremadamente buena, especializada en crear planos sacados de una paroniria, como llevando lo irreal al plano terrenal. creo que esto es un acierto que refuerza la perspectiva de nuestro escéptico protagonista, desde esa intro silenciosa donde todo se deforma hasta los planos donde se va vislumbran al monstruo cada vez más extrañas, casi lisérgicas. Esa escena por el final, cuando el ritmo está siendo sofocante, y vemos ese fondo rojo intenso recortando la silueta del monstruo rugiendo y alzando huesos al policía que controla solo por ira homicida es un plano de esos en los que Lucifer se basa para diseñar el infierno.


El coco tiene hambre

    Como acompañamiento de esta ensalada de horror y thriller frenético tenemos una BSO monumental, de esas que te agarra no te deja respirar, muy adornada con notas discordantes que no hacen más que confundirte y hacerte sentir un malestar muy profundo como si....claro, como si algo no estuviese bien, como si al realidad y al normalidad harto conocidas comenzasen a enrarecerse y ensortijarse. Fomenta la duda generalizada y aporta muchísimo. Es magnífica.

    Eso, además, sin olvidar una fotografía muy cuidada, llena de planos para enmarcar que siempre saben destacar los importante.

    Por sacarle alguna pega, a veces las lineas temporales y los saltos en el espacio no quedan muy claros, aunque es un problema secundario que solo se da en un par de ocasiones. También se echa de menos el desarrollo más en profundidad de otros personajes, como el veterano de guerra convertido en detective o profundizar más en la relación de Holly con su pareja, pero son temas secundarios que, más que malos, son peores en comparación con la excelencia del resto y que, al final del día, quedan tapados por al grandiosidad del conjunto.


¿Quién se esconde tras la mascara?

    En general El Visitante es una gran serie autoconclusiva, 10 episodios donde HBO nos tendrá al borde del infarto constante, creando grandes escenas de puro horror y con unas cuantas referencias bien jugosas al metaverso de King que son una delicia para los amantes del mismo. 

    Solo faltó un hombre, con traje negro y sombrero de ala ancha, que estuviese por ahí, observando el panorama.

    PUNTUACIÓN: 💀💀💀💀 (muy buena)

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