Hablemos de Let her out, de Cody Calahan (2016)

¡Buenos días! Hoy os traigo una reseña de Let her out, una cinta de horror psicológico y body horror independiente, de las frías y maravillosas tierras de Canada, de Black Fkawn Studio que se dedican a producir cintas molonas de terror.

    Buenos, aquí tenemos una pequeña cinta de terror con una premisa muy curiosa. Se basa en una chica que, debido a un accidente, se le despierta lo que se conoce como el Síndrome del Gemelo Evanescente, por el cual su madre iba a tener gemelos pero uno murió y, en vez de absorberse en el cuerpo de la madre, se absorbió en el cerebro de la protagonista (el otro bebe). Esto dará como resultado una suerte de segunda personalidad con ansia conquistadora, como otra persona viviendo en tu cuerpo que quiere hacerse con su control a cualquier costa, algo con instintos primarios, sexuales y agresivos en su vertiente más primitiva y pasional.

    La película maneja el color con una rigidez de manual, alternando entre tres muy principales: rosa, azul y amarillo. El amarillo es usado para indicar las situaciones de tensión o peligro, el azul las más oníricas y el rosa es una versión del rojo en tonos neón (muy presentes en la obra por su ambientación en bajos fondos decadentes de una ciudad), representando el lado salvaje, el sexo, el descontrol y la violencia. Son tres ejes centrales de la película, usados con mucho rigor.

Colores como eje central
    La película abre con una escena terrorífica y onírica, culminada por una violación que parece perpetrada por un ente (con una presentación escalofriante, por cierto) quien podría ser uno de los motoristas demoniacos de Mandy (2018). Por desgracia, no es una figura a la que se vuelva a recurrir, lo cual no solo es un potencial desperdiciado si no que, hasta cierto punto, siembra unas dudas a nivel de trama que no estoy seguro de si son convenientes. A veces, no contar funciona, esta vez sin embargo tengo mis dudas.

    Más allá de eso, el terror se desarrolla es una serie de situaciones de gore muy incomodas y dolorosas (que se verían muy agraciadas de contar con unos actores mejores) y algunos screamers que no llegan a serlo, sustos fáciles pero con licencia de autor, bien metidos o sin subir la música o gritos, casi al estilo de aquella famosa escena de Alien (1979) en los conductos de ventilación. No llega a inventar la rueda ni a hacerte saltar, pero hay que reconocer un intento para usar el montaje a su favor y a crear momentos sangrientos verdaderamente incómodos, como ya lo hacían en Bite (2015) otra película de horror de la compañía.

Gore incomodo.

    La banda sonora es algo que me ha llamado la atención, pero no por las razones adecuadas. Para una película que le presta tanto mimo a la ambientación y a crear momentos poderosos apoyados en ella, la música suele sonarme fuera de lugar, usando melodías que inspiran cosas contrarias a lo pretendido y que lastran poder a las escenas de vez en cuando.

    La dirección ya os lo medio comentaba antes: muy de manual, para lo bueno y lo malo. Planos muy centrados, algunas escenas intermedias actuando como paso de una escena a otra, simbología clara pero visual (como todos los muebles dobles o los constantes reflejos en el espejo para representar la dualidad de la protagonista). El montaje esta un poco mejor y los sonidos están bien elegidos, aunque son un poco típico ruido de mal rollo (esos crujidos cuando la gemela mala sale a tomar el control del cuerpo de la prota). No esta nada mal hecho (o alarmantemente mal, al menos) pero tampoco impresiona sobre manera.

    La protagonista esta bien desarrollada, parte de una base creíble y suele reaccionar más o menos con coherencia de una persona bajo estrés o en pánico. No obstante, lastra mucho al conjunto que el resto de personajes no. Gente de reacciones erráticas como el novio de la hermanastra, personajes colocados porque sí, con tramas a medio hacer e inacabadas como la del pintor o gente como la hermanastra, un personaje con un peso en la trama brutal y unas reacciones muchas veces inverosímiles solo en pos de que la trama  avance hacia su trágico y potente clímax.

    En resumen, es una película correcta y bien trabajada, con  unos actores malillos y unos malos    personajes pero con un horror incomodo y visceral y un montaje que ayuda mucho a trasmitir, con una ambientación potente y un uso de los colores muy marcado que ayuda al conjunto, creando una cinta llena de buenos momentos aunque ninguno llegue a la excelencia.

PUNTUACIÓN: 💀💀💀 (buena)

    Hasta aquí la reseña de la semana. Espero que os haya gustado y no dudéis en comentarme vuestra opinión, así como cualquier discrepancia que tengáis con mi reseña, será divertido discutirlo. Además, si tenéis recomendaciones para futuras reseñas, sentiros libres de contarme en los comentarios.

    Sin más, hasta luego y nos vemos el viernes que viene.

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