Hablemos de Aterrados, de Demián Rugna (2017)

 ¡Buenos días! Hoy vamos a hablar de una cinta de cine argentino terriblemente acojonante y enormemente interesante. Vamos a desgranarla un poco, ¿os parece?

    Me gusta el cine latinoamericano. Es apasionado, tiene coraje y perspectivas nuevas, una idiosincrasia especial que se aleja mucho de los cánones más típicos del género, quizás no en temática pero sí en forma. Algo extraño en la manera que tienen de contar los eventos, en los aspectos en los que se fijan. Es un buen cine con mucha personalidad y creo que, gracias a esta película, va quedando claro que el cine de terror latinoamericano está aquí para quedarse. 

    Aterrados es una cinta que bebe de muchos géneros: desde el cine de posesiones hasta la ciencia ficción más macabra. Bebe de todos y bebe bien, sabe que homenajear sin que se sienta como un gran collage de conceptos. El inicio de la cinta es sencillo pero absolutamente bestial, es sangriento y desalmado y le sienta muy bien el tono de lo que será la cinta: terror sanguinolento y piedad inexistente. A partir de ahí deriva en un thriller oscurísimo con elementos sobrenaturales, pasará a una especie de casa encantada y acabará con uno de los climax más gloriosos que he visto en una película de terror, siendo brutal y sutil al mismo tiempo. No suena nada mal, ¿eh?

    Los efectos especiales están muy cuidados, siempre acompañados del juego de luces y sombras que mejor les conviene. A destacar, ese niño cadáver que es de las cosas más grotescas que me he echado yo en cara, con un cuidado por los más ínfimos detalles que da gusto. En algunos otros, en ciertas criaturas o alguna que otra herida y cosillas así, a veces se nota un poco raro. No me malinterpretéis, no está mal hecho pero a veces se nota que es un efecto trabajando más que algo natural, no obstante hay que fijarse mucho porque la cinta es plenamente consciente de sus fallas y usa las sempiterna oscuridad a su favor, enseñándonos siempre lo justo y necesario, siempre prefiriendo sugerir antes que lanzarnos a algún monstruo a la cara. De hecho, esa minucia de la que me quejaba antes para que esto no fueran unas cuantas cientos de palabras comiéndole la polla a la cinta, incluso eso podría entenderse como una ventaja. Al fin y al cabo, quizás podría entenderse como una decisión artística para resaltar el aspecto extradimensional de los seres, algo que añade a esa sensación constante de que ni son de aquí, ni están hechos como nosotros, ni piensan como nosotros ni juegan con las mimas normas.

No se ha movido, ¿verdad?

    Porque esa es otra, la ambientación está conseguida de un modo soberbio. Me gusta como, muchas veces, nos dejan a solas con lo macabro. No quiere música ni aspavientos, solo dejarnos sufrir con los personajes algo terrible que esta sucediendo y dejar que nos sobrecoja con ello. Eso no quiere decir que no sepa usar una banda sonora ominosa y magnifica, sonora y poderosa, en el momento que toca sin caer en el susto fácil, simplemente es que no lo necesita. La prueba definitiva es esa escena, cerca del final de la cinta, donde el policía esta hablando por el walkie-talkie. No vemos nada, el peligro no le sucede ni al protagonista ni ha nadie con el que tengamos vínculo afectivo alguno, no vemos que ocurre y, de hecho la acción está constantemente interrumpida. No hay música, no hay nada. Tan solo el protagonista diciéndole a su compañero que se vaya de ahí sin poder explicarle lo que ha visto. Crea una escena de una tensión soberbia, un pico que se mantiene en el tiempo y que no es mas que fruto de de todo lo que ha ido sembrando.

    Logro que, por otro lado, caería en vano sin el maravilloso reparto con el que la cinta cuenta. Maximiliano Ghiones y Norberto Amadeo Gonzalo no son más que dos cabezas más visibles de unos actores de un rictus admirable y de una fuerza interpretativa brutal, llegando a ser capaces de cargar ellos solos con escenas enteras en las que solo se sugiere con muchísima sutileza y sus reacciones, hasta las más pequeñas, son lo que mueve la escena al completo. Los personajes, genialmente dibujados (de nuevo, destacando al comisario), no son sencillos de interpretar y, sin embargo, los actores logran delinearlos a la perfección, soportando todo el peso dramático de cada momento. 

    El ritmo , quitando ese principio explosivo y el final igualmente increíble, es extraño. No del todo malo, ni por asomo, pero si un tanto extraño. Es lento, pausado, muy dado a sugerir, lo cual está bien pero da la sensación de que durante largos periodos no termina de ocurrir nada y, cuando todo estalla, lo hace con demasiada velocidad. Los dos tonos me parecen muy loable, pero creo que su combinación, al menos en esta cinta, no está del todo conseguida. Esto no llega capar nunca esta magnifica cinta, pero si que a veces puede descolocar un poco y es un detalle a mencionar

Hola buenas tardes, ¿es aquí donde venden choripanes?

    La historia es algo a destacar, dado que, más allá del ritmo, el tono o la ambientación, en lo escrito en sí es bastante inteligente. Parte de una base claramente sobrenatural pero, en cierto momento, comienza a explicarse (más o menos, luego llego a eso) y crea una base científica frente a todo lo que sucede. nunca explica el porque de cada uno de los hechos dado que es algo desconocido, de hecho cuanto más sabes más dudas te plantean las acciones de esas misteriosas criaturas, no obstante el darle una base alejada de los cánones espectrales o demoniacos más clásicos no hace sino adornar la cinta de una originalidad refrescante.

    

    Estamos ante una cinta de un director que, siguiendo esta estela, podría tener un futuro brillante en el panorama. Una cinta ambiciosa que, por ello, cae en ciertos errores que la capan pero que, por la misma razón, llega a la más grande las excelencias en otros aspectos. Una cinta que bebe de muchas otras cintas anteriores y sabe encontrar su propio hueco sin abandonar el homenaje. Estamos ante una cinta que se atreve a crear, que es más de lo que muchas dirían, así que al menos eso debería de valer de algo.

PUNTUACIÓN: 💀💀💀💀 (muy buena)