Hablemos de Deep Blue Sea 2, de Darin Scott (2018)

 Buenos días a todos, amantes de los escualos de dudosa calidad. Estaréis diciendo, ¿segunda parte de Deep Blue Sea? ¿La que reseñaste aquí? Sí, esa misma. Vamos a verla, ¿no?

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Creo que eso resume muy bien mi experiencia tras ver una de las bazofias más intragables y desvergonzadas de la historia de las putas cosas cosas grabadas. El hecho de hacerle una secuela a Deep Blue Sea ya es una idea de bombero jubilado. ¿Enserio? Es decir, no era una mala película, estaba bien para pasar el rato, pero ya está. ¿Realmente tenía tanta chicha como para hacer secuela? Además, una secuela bastante tiempo después de la que me enteré de su existencia por la más azarosa de la casualidades. Encima, está dirigida por el tipo que tenía las zarpas metidas en de Tales of the Hood, frikada reivindicable a su modo. Obviamente ante tal perspectiva, no pude resistirme a verla.

Bueno, por partes que el asunto tiene mandanga para dar y tomar y a mí me pone nervioso porque no se por donde empezar. Lo primero es que es un calco de la original. A ver, es una secuela, pero la trama, los personajes, el decorado y hasta alguna escena son idénticas. Tal cual, casi parece un remake desinspirado de bajo presupuesto. Complicaciones cero. Como ver 2001: Rescate a Los Ángeles y te quedas roto porque es 1997: Rescate a Nueva York pero peor. Bueno, pues esa idea pero multiplicada por dos millones, porque en el ejemplo anterior pasamos de una película maravillosa a una decentona y aquí de una decentona a un chusco de pan duro.

El punto focal de porque es una mierda quizá podría ser el argumento inverosímil y zafio lleno de giros que tratan fallidamente de ser tensos o inesperados, de escenas que pretenden desarrollar a los personajes para que nos duela más su muerte y un montón de buenas ideas fatal ejecutadas que solo lastran el ritmo de una cinta ya bastante hecha polvo y que solo tenía la esperanza de salvarse siendo una fiesta hemoglobínica medianamente decente. Cosa que, por si no queda claro, no es.

Hay algún arrancamiento de cabeza que, a mi personalmente, me resultó chistoso.

Los personajes creo que me dieron algún tipo de afección pancreática. Joder. no es solo que las actuaciones sean más que pésimas (a destacar en horror la del villano, el cual es probablemente la cosa más sobreactuada del mundo para la trama peor escrita de la historia del cine). El guión erradica cualquier rasgo de carisma que la anterior pudiera tener, con unas versiones sosas y PROFUNDAMENTE ESTÚPIDAS de los personajes de la anterior. A ver, se que los de la original (y, en general, los de este subgénero) ninguno destaca por ser especialmente brillante, pero aquí brillan con la luz propia que solo la estupidez general. Una retahíla de diálogos disparados de la peor manera, de decisiones absolutamente aberrantes, DE VERDAD EL PUTO VILLANO, EN SERIO, ¿DE QUE COÑO IBA ESA TRAMA DE DROGAS NOSEQUE HISTORIA? Lo único que hubiera salvado la cinta es que al final el villano se hubiera transformado en un  hombre-tiburón, cosa que os juro llegué a plantearme que sucediera en algún punto de la cinta.

Y los tiburones, por fin llegamos a los tiburones, son la creme de la creme. Todos hecho al completo, o casi, con unos efectos especiales digitales completamente terribles, ortopédicos y manidos, junto a la reutilización masiva y completamente exagerada de escenas hasta el punto que se vuelve aburrido. Y es difícil, porque cuando los escualos se desmadran ya odias lo suficiente a los personajes como para que la simple posibilidad de que los devoren y callen la puta boca resulte una bendición, pero de algún modo consigue ser aburrido. Además, también está el punto de usar a las crías de tiburón como una especie de marabunta asesina al más puro estilo Piraña que, al principio, vi como una referencia bienintencionada pero que, al final, acaba siendo casi el punto más principal por alguna razón y tremendamente aburrido. Quiero decir, vengo a ver tiburones, no pirañas. Además, pequeña tontería que me molestó mucho: los ojos de los tiburones son como de reptil, no los característicos ojos negros de los tiburones. Eso es ya de una vagancia y una falta de interés que roza la locura transitoria.

MIRALO, MIRALO. NO SABE SI ES UN TIBURON O UN PUTO TIRANOSAURIO ATACANDO UN COCHE CON DOS NIÑÓS

En general, es un producto bazofia completamente olvidable y del que me sorprende que haya sido capaz de escribir más de dos líneas sin sufrir un infarto cerebral. Es una mierda en absolutamente todo y debería ser relegado al más cruel ostracismo hasta que no le queden lágrimas que llorar por sus horripilantes crímenes contra natura.

He dicho.

PUNTUACIÓN: 💀(mala)