Hablemos de Blood Vessel, de Justin Dix (2019)
¡Buenas oscuras y sanguinolentas noches! En este claro donde la luna no se atreve a refulgir, vamos a hablar de una película de nazis, vampiros y barcos perdidos en la oscura mar. ¿Suena guay? Vamos a ello
La idea de vampiros nazis me parece como la hostia. Esta cinta se me escapó por completo del radar, tengo que admitirlo, hasta el punto de que ni conocía el título. Un amigo la encontró también un poco de potra y me la recomendó encarecidamente. Y no puedo sino darle la razón, porque Blood Vessel es un bolsilibro hecho película, es una novela e a duro maravillosa, o al menos con todas las cosas que hacen ese tipo de cintas maravillosos. Lo tenemos todo: un grupo de personajes carismáticos, el emplazamiento pulp (en un barco de guerra nazi varado en alta mar), el elemento sobrenatural cásico,... y todo funciona genial por el cariño con el que se ha tratado todo. No es una cinta perfecta en lo absoluto, pero se nota que aquí hubo intención de hacer una peli molona de vampiros y vaya si lo han conseguido.
Los personajes es lo primero que destaca a la vista. Todos son interesantes, todos parecen arquetipos para una partida de rol: el explorador australiano, la médico que ha visto demasiada miwrda y desesta la violencia, el ruso loco de las pelotas más duro que el carburo,... e incluso los que duran poco (porque, creedme, algunos duran realmente poco) son personajes a recordar, con sus luces y sus sombras y con unos actores que, no necesariamente son los mejores, pero que de algún modo noto muy cómodos en sus papeles, y eso es algo que se transpira en la obra para bien. Quizás por esa rigidez su desarrollo es poco, aparte de ir conociendo sus historias personales que, sin ser nada del otro mundo, te llegan por la empatía que acabas acumulando de personajes tan molones. Como os he dicho, virtudes y defectos del pulp
La historia le pasa tres cuartos de lo mismo: simple pero con ese punto de carisma loco maravilloso. Unos nazis encuentran los ataúdes de unos vetustos vampiros en un castillo de Rumanía y lo expolian. llevándolo en el barco de camino a Cthulhu sabe donde. Pues digamos que se la lía con los chupasangres y, a continuación, nuestros protas llegan a escena, varados en una barcaza. Tampoco voy a contaros mucho más porque no veo mucho valor en ponerme a narraros la puta cinta entera, pero el caso es que la película es simple como un yoyó, pero funciona de puta madre. Primero por los villanos, esos maravillosos vampiros de los que os hablaré un poco más detenidamente luego. Sin embargo, también es por un uso interesante del ritmo, en el que se permiten ir contando la historia sin prisas, metiendo acción y descubrimiento de por medio para no aburrir pero permitiéndose un buen rato (casi la mitad de la cinta) de montar la tensión y el contexto antes de lanzarnos una monstruosa fiesta hemoglobínica maravillosa a la cara. Esto causa que, a veces, parezca que rellenan tiempo un poco de la nada, aunque no lo suficiente como para que constituya un error grave. También la propia historia discurre muy bien a través de una dirección más que decente, con algunos usos originales de la imagen que no le quedan nada mal.
Nuestros protagonistas |
De todos los seres vivos, los humanos sois los más fáciles de corromper. |
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