Hablemos de Deep Blue Sea 3, de John Pogue (2020)

 ¡Buenas a todos, amantes del terror pisciforme! Hoy traemos el final de la trilogía menos esperada del mundo: Deep Blue Sea 3, la cual sorprenderá. para bien o para mal, eso es de lo que hablaremos por aquí.


Cuando, después de ver al segunda película (reseña aquí) vi que esta cinta existía, no os voy a engañar: me entró la risa floja. Quiero decir, visto lo visto, no podéis culparme. Con una película original decente y una secuela aberrante las perspectivas eran de lluvia torrencial de mierda y putas motosierras. Además, no se porqué, el terror tiene la misteriosa habilidad de, cuando una secuela falla, ir creando una tras otra cada vez más aberrantes en un horror que se autofagocita sin miedo ni pudor alguno. Sin embargo y contra todo pronóstico, Deep Blue Sea 3 es sorprendentemente... Aceptable. Decente. No magnífica ni innovadora y genial, pero si sólida.

La historia es secuela directa de la de la segunda, cosa que no hacía sino augurar lo peor. La decisión es un poco rara, dado que el que sea secuela de la segunda no aporta nada y perfectamente podría haber sido secuela de la primera, pero consigue decir lo suficiente para que sepamos de dónde viene sin quedarse con los detalles ridículos de su antecesora. Un par de referencias sueltas y para dentro de una película de corte más independiente que la anterior con lo que, yo imagino, una clara intención de hacer una saga de películas desinspiradas, basadas en un inesperado éxito original y de falta de firma de autor, como la saga de Hellraiser. No sé si la intención acabará llegando algo, pero la realidad es que esta no molesta ni daña el conjunto de ningún modo. Puede parecer poco como punto positivo pero el quitarse esa mochila llena de piedras que era la anterior película ya es todo un logro.

Dame un besito

La historia es más o menos lo que podrías esperar, aunque con un desenfreno de violencia algo menor que en sus anteriores entregas en pos de una desarrollo de personaje mejorado. Con esto tampoco quiero decir que son los personajes más tridimensionales que vais a ver nunca, de hecho dudo que sea tridimensionales en lo absoluto, pero hay un claro esfuerzo en volverlos diferenciados entre sí, con cierto carisma, una personalidades y motivaciones consistentes y, en general, unos personajes que nos importan tres mierdas que se comen los tiburones. Al fin y al cabo, aunque hayamos perdido perspectiva por tantas películas de mierda que pueblan el slasher en todas sus vertientes, pero al final del día lo que se busca es crear personas que sencillos pero con los que sea fácil empatizar para que la matanza te duela un poco, como si pudiera sentir que tú podrías haber ocupado su lugar sin ningún problema porque son gente normal y corriente.  No se libra de algo de estupidez, eso de que te caen algunos desarrollos un poco trillados o demasiado rápidos, sin embargo, si lo hacen todo un conjunto muy tragable y no el despropósito de la anterior. 

A nivel de villanos no destaca prácticamente casi nada, a excepción de unos tiburones voraces que vuelven a las andadas, recuperados con un estilo visual muchísimo más conseguido y que saben crear suspenso y tensión antes aparecer con algunas escenas realmente salvajes. De hecho este es quizás el aspecto más a destacar de la cinta: una acción tremendamente bien hecha, llenas de tiburones brutales que superan con creces a cualquiera de las anteriores entregas. En ese sentido es inteligente, sabiendo poner a los personajes en las peores situaciones para que se encuentren cara a cara con momento grotescos con esos escualos. Todo esto sin perder esos momentos tan cheasy de las anteriores entregas, siendo una película que quiere abogar por la tensión más terrorífica sin olvidar su espíritu de serie B chusquera, como una herencia que no quiere olvidar, cosas que le sale bien a ratos. 

cucu... TRAS

Y, si de acción hablamos, no querría olvidarme de mentar la de los humanos. Esta era la última cinta en la que yo esperaba encontrarme una buena coreografía de pelea, dando algo más de peso a las personas y separándonos del constante peligro que son los tiburones por un instante, cosa que le sienta sorprendentemente bien. Al fin y al cabo, el suspense funciona alejándonos constantemente de la fuente de peligro hasta que es demasiado tarde. En otras palabras menos pedantes cuanto menos vemos a los tiburones más nos asustan cuándo aparecen

Todos estos puntos positivos se ven lastrados por un montaje que a veces hace cosas raras, dejando incongruencias o callejones sin salida. Esto último es una verdadera pena, porque desmerece mucho la dirección de alguien que se nota que tiene intención de crear algo de mediana calidad. La búsqueda constante de la tensión junto a algún homenaje bien metido deja muy claras las intenciones del director

Otro detalle que es muy de agradecer es el cambio completo de ambientación que nos encontramos aquí, pasando de unas instalaciones subacuáticas oscuras y opresivas a un campo abierto igualmente terrorífico pero en sus propios términos, algo muy refrescante y drástico que le viene de perlas a la saga para separarse de nuevo de la marca chusquera de la anterior entrega. Todo esto, además, resaltado con una fotografías preciosa que destacas esa nueva ambientación tan coloridas y brillantes que también le viene una especie de terror a plena luz del día que siempre tan inesperado y genial resulta. 

Aquí, de tranquileo con con los colegas


Esta cinta no es ninguna maravilla, de hecho tiene más de un fallo que la muestran como la obra de un autor novato, sin embargo es una clara mejoría de la saga, un paso en el buen camino y una más que decente película de animales asesinos, aparte de una buena hija bastarda de tiburón.

PUNTUACIÓN: 💀💀💀 (buena)


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