Hablemos de La niebla, de John Carpenter (1980)

 ¡Buenas a todos! De fantasmas va al cosa hoy, de leprosos, piratas y maldiciones y el puñetero Edgar Allan Poe y el jodido John Carpenter. Venga, os he despertado las ganas seguro. ¡Vamos a ello!



Volver a hablar del Master of Horror siempre es un placer y más si enfadas de descubrir una de sus cintas más olvidadas. Creo que la principal razón de esto se debe a la diferencia con el resto de sus obras. No es una chulería magnífica como 1997: Escape de Nueva York o Golpe en la pequeña China. Tampoco es terror subversivo y grotesco como en La cosa o En la boca del miedo. Aquí tenemos, no obstante, un cuento de terror clásico de fantasmas con claras influencia de Poe, al que no en vano se le referencia al principio. Y no solo en estética, sino en temas: desde las maldiciones que se transmiten de generación en generación hasta el constante sentimiento de culpa. 

La historia, tal y como decía antes, es un muy sencillo cuento de venganza y horror, sustentado en su mayor parte por una grandísima ambientación y una narración increíble. Carpenter siempre ha sido un prodigio a la hora de crear narración a través de imágenes sin embargo es la niebla queda completamente patente este aspecto. La niebla comiéndose el pueblo con ese color incandescente y esa forma en principio natural pero no del todo, en la cual cuanto más nos fijamos más nos parece los tentáculos de alguna criatura perversa, estilo que más tarde copiará a modo de homenaje el director de la película La niebla (The Mist) que nada tiene que ver con esta dado que adapta una obra de Stephen King pero para que las referencias cuanto menos estéticas las claras. Los espectros tienen una especie de pintas de pirata leproso destrozado con un aire muy clásico que consigue representar muy bien el horror de ultratumba tan típico de las obras de Poe. Es complicado que el crepuscular y romántico de obras clásicas consiga calar en las generaciones de hoy en día, pero La niebla consigue aterrorizar incluso a día de hoy gracias a que se hunde completamente en las raíces más antiguas del terror más atávico que tenemos. Quizás los fantasmas existen a día de hoy un poco pasados de moda, pero esa estética onírica y pesadillesca consigue atrapar algo muy profundo en la psique humana. 

Una oscura maldición se oculta en San Antonio's Bay....


La narración es algo superior, abrazando completamente el concepto de que esto es un cuento y aumentando un aún más el homenaje a la obra de Poe. De hecho, las instrucciones que las meridianamente claras al comenzar la historia con una primera escena, donde un narrador cuasi omnisciente increíblemente misterioso nos narra la historia que da origen a toda la trama de la película. Un personaje, por cierto,  que parece conocer más de lo que debería y que no vuelve a aparecer en toda la cinta. Por si eso fuera poco, además hay multitud de historias dentro de la propia historia principal que sé que van aumentando este relato coral de venganzas y desgracias. Esto da variedad y frescura a una trama simple y quizás un tanto anticuada. 

A pesar de ser una cinta poco reconocida del autor tiene una importancia capital en su obra, dado que sea confluencia de muchas cosas que es que vinieron y que vendrían. La influencia de Halloween de un par años antes está patente en la obra, realzando la parte más slasher de la cinta y haciendo que sintamos el espíritu de Michael Myers en cada silenciosa matanza de los espectros, con ese andar lento pero inexorable y esas cuchilladas certeras y siempre brutales. Películas posteriores del autor, como La cosa tendrán clara su influencia en esta cinta, llegando a calcar casi plano a plano escenas enteras, como la del cadáver. levantándose de la morgue. Esta película es una fusión de distintas filias y pruebas de un autor en ciernes, que serviría para afianzar su estilo y llegará expandirlo hasta los niveles por los que hoy le conocemos, al menos en cuanto al campo del terror se trata. 

Buscan venganza....


Todo esto viene sostenido por una actuación magnífica de todos los actores, para destacar el del sacerdote, un increíble protagonista y la actriz que hace de la chica de la radio que ya recordaréis por ser la chica de las serpientes en Carnivale muchos años después y una Jamie Lee Curtis en papel muy pequeño pero que actúa como actriz fetiche del cineasta y que siempre es un añadido magnífico. 

Si unimos a todo esto una banda sonora totalmente impresionante como viene siendo costumbre del autor, que ya se declara músico antes que cineasta, no os quepa la menor duda de que estamos ante una de las grandes obras del cine de terror a pesar de lo olvidaba que pueda llegar a ser, dejando para el recuerdo escenas espeluznantes y una de las grandes pruebas de que Carpenter es siempre capaz de bordar los finales.

PUNTUACIÓN: 💀💀💀💀 (muy buena)

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