Hablemos de Gamera 3: La venganza de Iris, de Shusuke Kaneko (1999)

¡Buenas! Hoy vamos a hablar de la última entrega de la trilogía de Gamera: guardián del universo, deliciosamente épica y terrorífica. Si queréis leer la reseña de la primera entrega pinchad aquí, y si queréis leer la reseña de la segunda entrega pinchad aquí. Ahora si, vamos a ello.

    Bueno, pues vamos con el final de esta trilogía la cual es, a mi padecer, la más compleja de las tres. Esta vez nos olvidamos de los aliens y volvemos a la madre tierra, con dos fuerzas antagónicas pero sorprendentemente similares enfrentadas en una batalla a muerte, en cuerpo y alma.

    Para empezar, en esta cinta Kaneko vuelve a meter las zarpas en el guión, lo cual se nota mucha, porque estamos sin duda ante el guión más completo y elaborado de la trilogía. En esta tercera entrega prácticamente se ignora la segunda salvo para cuatro tonterías sueltas, siendo esta una especie de secuela de la primera. Se nos presenta un mundo asolado por los Gyaos (algo que ya se nos dejó caer al final de la primera), un mundo que lucha contra esas criaturas como pueda y una Gamera mucho más insensible, mucho más tenebrosa. Mata a los Gyaos por defender a la tierra, pero parece haber perdido su conexión con al humanidad. De hecho en esta cinta llegamos a ver a Gamera matando gente. Es un trance muy duro para el espectador ver a su defensora apreciar tan poco la vida humana. Aunque no es que la vemos mucho, porque en la primera mitad de la cinta (y esta es la más larga de las tres) Gamera apenas aparece.

    En cambio conocemos a una niña cuyos padres murieron aplastados por Gamera durante la batalla final de la primera cinta. Una niña que odia profundamente a Gamera y que establece una especie de vinculo emocional con una criatura, a la que llama Iris, y que parece ser la parte antagónica de Gamera. El hecho de darle al monstruo enemigo una conexión con al humanidad, como ya la tenía Gamera en la primera entrega con la otra niña, le da una dimensión completamente diferente. Una cosa es ver a Gamera matar al monstruo malo de turno pero, a una criatura que es su antagónico natural guiada por una niña humana con motivaciones con las que tanto podemos empatizar y que además, en esencia, no es una mala persona. Joder, eso es ir lejos. La primera mitad será más dramática, sentando las bases de quien es esta misteriosa niña y su relación con Iris, hablándonos de como los kaijus y sus continuos ataques han afectado a la sociedad a largo plazo y todos los problemas que le plantea a la sociedad no solo los Gyaos, si no también Gamera. Desarrollo de personaje, avance del metaverso en el que viven y difuminación de las lineas entre el bueno (una Gamera que nos defiende por deferencia al salvar la tierra) y el malo (una criatura claramente peligrosa y dañina pero movida por sentimientos que nos es muy difícil rechazar). Y eso que aún solo llevamos la mitad de la película.

La venganza no siempre luce como creemos.

    En cuanto a los personajes es igualmente impecable. En esta ocasión tenemos un reparto entre viejos conocidos y nuevos integrantes. Los viejos conocidos están genial, siguiendo unas lineas de desarrollo plausibles y llevándolos por derroteros más interesantes, destacando a la niña de la primera que ya es toda una mujer en cuerpo y mente. Los nuevos protagonistas son la niña que se relaciona con Iris y que es tan genial como ya os comenté y un chico que esta destinado a ser el guardián ancestral del monstruo y que tampoco esta mal. Sus desarrollos son buenos, tienen química entre ellos y son interesantes y bien interpretados. De hecho, incluso se recupera a cierto secundario para algo más que un cameo cómico y se le da todo un vuelco a su personaje, volviéndolo más dramático y respetable, sin perder su toque cómico, en un movimiento que no me esperaba y me encantó. Quizás el mayor fallo que puedo sacar aquí es similar al que podría sacar de la trama: hay cierto giros y finales abruptos en pos de mantener a Gamera viva y querida. Nada muy escandaloso, pero si ciertas decisiones que, a tiempos, se sienten un tanto ortopédicas. Además, la estructura de la cinta tiene una primera mitad un poco más dura, más lenta y que parece deambula por muchos sitios sin terminar de cuajar en ninguno, cosa que perjudica al ritmo.

    En como se ve tengo algunas opiniones disonantes. Lo primero es que, independientemente de posibles quejas, la fotografía es impresionante, la mejor de la trilogía con diferencia. Es gloriosa, épica y preciosa. Los diseños son con lo que podríamos debatir un poco. El diseño de Gamera es insuperable, modificando ligeramente el de la segunda para darle un aspecto todavía más tétrico y monstruoso. A cada película que pasa es más difícil diferenciar a Gamera de sus rivales, y eso es maravilloso. Sin olvidar, además, lo bien que le pega al tono de la película. En cuanto a Iris es donde discrepo un poco. No me malinterpretéis, Iris de cría es hermosa y extremadamente adorable y su diseño de adulto no podría molar mas ni intentándolo, además de emitir unos sonidos que te hacen sentir pena por él en toda situación. No obstante, creo que el diseño desentona un poco con el resto de los monstruos de la saga. Parece mas un monstruo espacial de una película de Godzilla, a lo Gigan, más que un ser ancestral. No se, demasiado metal, demasiada armadura, es extraño. Más mega villano de un super sentai que a lo que nos tiene acostumbrados esta trilogía.

    Como puntillita tengo que decir que aquí se usa el CGI mucho más que en las dos anteriores, hasta volverse algo notable. Sigue primando los efectos tradicionales y el propio CGI no esta del todo mal conseguido, pero a veces no se logra compenetrar bien con los efectos tradicionales y otras veces simple y llanamente queda raro. Entiendo porque lo hicieron y no es mal complemento y les da libertad de hacer ciertas cosas que antes no podían, pero no es del todo de mi agrado.

CGI en acción

    Otro tema es el terror, que esta cinta abraza como a un hijo perdido. De ver esta cinta por primera vez tengo una escena clavada en mi memoria que es la del Gyaos medio muerto tirado en el suelo con un ojo colgando gritando lastimeramente, retorciéndose y desesperado porque Gamera termine el trabajo. El terror esta enormemente presente en la cinta, manteniendo la sangre, el dolor, la fuerza de los golpes y las consecuencias para la gente y llevándolo a nuevos extremos. Nadie esta a salvo de morir y ser descuartizado, ni pobres transeuntes, ni personajes buenos ni ningún kaiju mucho menos. Momentos muy oscuros aderezados con el trasfondo humano de esta cinta y ciertos detallitos igualmente lúgubres como la manera de alimentar de Iris o el brazo de Gamera. No tiene piedad ninguna y lo demuestra alegremente. Todo con una fuerza espectacular. Además, añade muchas veces una especie de terror onírico, como cuando al chica se encuentra dentro de la crisálida, que genera una sensación incomoda. Ver tantos tentáculos y tubos cerca de una niña muy inocente en el fondo junto con las oscuras profecías y misteriosas intenciones de Iris vuelven todo esto un mal rollo monumental.

Oscuros horrores

    El subtexto esta más presente que nunca, esta vez haciéndonos carga con la culpa de la contaminación de una manera más directa. El miedo real de que Gamera se vuelva contra nosotros, de ser nosotros quienes producimos nuestros propios monstruos son cosas más reales que jamás en esta trilogía, más si añadimos la reacción agresiva y egoísta de los gobiernos ante toda la situación. Es el colofón del mensaje que lleva arrastrando la trilogía y que tan importante se nos presenta.

    Las batallas son incluso mejores que las de la segunda entrega. Se ven impresionantes, son iqualmente sangrientas y poderosas, pero llenas de mucha carga sentimental, de una fuerza argumental colosal que hace que cada sacrificio y decisión (aunque no estén del todo justificadas, como antes comentaba) se sienta un escalón subido hacia la epicidad. Son absolutamente brutales y de verdad que esa pelea final es para enmarcarla de lo buena que es en tantos sentidos.

La última batalla

    Todo adornado con la mejor banda sonora de la trilogía, que ya es decir, con temas desde colosalmente épicos hasta otros emotivos y penetrantes. Es una de las mejores BSO que he podido escuchar y merece la pena todos y cada unos de los temas.

    En general esta es una cinta al nivel de la primera, si no superior que, a pesar de tener demasiado CGI y un ritmo algo más torpe, compensa sobradamente con una gran historia y personajes, gran BSO momentos épicos, emotivos y verdaderamente terroríficos.

    PUNTUACIÓN: 💀💀💀💀 (muy buena)