Hablemos de Children of the stones, de Peter Graham Scott (1976)

¡Buenos días! Hoy hablaremos de esta mini serie de terror y ciencia ficción de los 70, basada en una novela  de Jeremy Burnham y Trevor Ray. Vamos a ello.


    Esta serie, lanzada desde Reino Unido, se planteó como una serie de aventuras con toques ciencia ficcioneros y de terror, orientadas para un público juvenil, vaticinando el éxito de este tipo de cintas a Los Goonies (1985) o Gremlins (1984), casi una década antes. Y, no os llevéis a engaños, esas intenciones siguen ahí, patentes. Los protagonistas casi en su mayoría niños o pre-adolescentes, el tono de descubrimiento constante y como estos mismos niños cargan con el peso de muchas partes de la trama. La historia de aventuras, de vencer a un mal superior que parece haberse apoderado del pueblo es una constante bien mantenida. Sin embargo, el terror de la serie la volvió, en ocasiones, demasiado terrorífica para los niños y acabó por volverse una pequeña cinta de culto para los amantes del género.

    Como siempre, croe que un poco de contexto igual ayuda a aclarar todo esto. Si, como yo, veis esta serie hoy día os encontrareis con que lo que os acabo de explicar es un poco desmesurado. La serie tiene puntos de terror, si, algunos bastante potentes y efectivos, si, pero no es para tanto. No obstante, recordemos que es una serie de los 70, donde todas las series eran más suaves y la población más inocente. Eran otros tiempos, y eso se ve muy claro en cosas de la propia serie, como por ejemplo la confianza con la gente del pueblo sin conocerlos, alimentando esa imagen de pueblo bucólico y bonito. También el tratamiento extremadamente educado o incluso el planteamiento de su trama de ciencia ficción, muy al estilo de Bradbury en mi opinión. Quizás ciertos planteamientos, al igual que las reacciones del publico de la época, nos puedan parecer a día de hoy un tanto infantiles o ingenuas pero no son más que hijos de su tiempo, y creo que es algo que aquí esta muy presente y es necesario recalcar.

    A lo largo de 7 capítulos, un astrofísico y su hijo se mudan a un pueblo para investigar ciertas disonancias electromagnéticas provenientes de las milenarias piedras del lugar. Poco a poco, comenzaran a indagar su misteriosa influencia y las cosas que no están del todo bien con los habitantes del pueblo. De nuevo, son planteamientos muy inofensivos pero, aun así, muy misteriosos. La linea entre la fantasía y la ciencia ficción aquí se tocan todo el rato, alterando entre un misticismo de leyendas oscuras de serpientes, círculos mágicos y lineas de poder psíquico con agujeros negros, supernovas y bucles temporales. la combinación a priori puede parecer muy demencial y que no pega, pero esta bien construido, explicando lo justo para que lo podamos entender pero dejando mucho misterio entre medias para que nos mantengamos interesados y rellenemos nosotros mismos los huecos. La elucubración es algo que al terror le sienta de fábula.


Algo ocurre con las piedras.
    Pero bueno, hablemos de terror, que es para lo que estamos aquí. La serie, aunque en principio esta planteada como una aventura, esta sepultada bajo más capas de terror de las que podría parecer. Para empezar esta el montaje, que me ha gustado mucho como intercalan las visiones con el mundo real. Es un recurso simple si os soy sincero, pero sobretodo para al época de la que hablamos esta bien hecho y me gusta. Intuyes lo que va a ocurrir pero siempre con una sensación de que algo esta mal. El sentimiento  de que hay una fuerza superior maquinando sobre ese pueblo es patente todo el rato.  Siempre tienes la sensación de ser observado, de que en cualquier momento puede ocurrir cualquier cosa, de que un inmenso peligro se acerca, dispuesto a avalanzarse sobre los protagonistas.  Hay, además, un serie de sensaciones muy curiosas cuando llega el momento de enfrentarse a unos sectarios podríamos llamarlos que hacen las veces de los villanos que, lejos de tratar de hacerte daño, siempre sonríen y ponen la otra mejilla. De nuevo, nada muy original pero el hecho de que toda la trama se desarrolle sin recurrir ni a un asomo de violencia es muy interesante. La serie, además, es capaz de ponerte la felicidad y el buen carácter como algo terrorífico o, al menos, digno de que te den uno o dos escalofríos.

    Tiene muchos más puntos, como los rituales tétricos y naturalistas (Un tema muy tratado en la cinta), con ropajes blancos y coronas de flores y danzas tribales dignas de Midsommar (2019). Y ,ahora que lo menciono, es cierto que ambas cintas se parecen mucho en su premisa de un terror a la luz del día, de un horror que en principio no lo parece o quizás no lo es, depende de como se enfoque. No voy a extenderme mucho más en eso,  cuando reseña Midsommar me hundiré más en el tema. O como olvidar el cuadro, ese ente profético y terrorífico, tan oscuro y escabroso en comparación con la luminosidad del resto de la serie. Y de profecías va la cosa, pues la serie esta llena de momentos que profetizan actos futuros, como buena serie que trate el tema del tiempo. La sensación de estar atrapado aumenta por momentos, pasas de creer que el pueblo entero esta dominado por las piedras a que hay algo detrás de las mismas, una consciencia inteligente que las maneja. Después, vamos perdiendo aliados para los protagonistas, la certeza de que están encerrados en el pueblo y, finalmente, el saber que el mismo tiempo no puede escapar de allí, como una condena eterna. Como podéis comprobar, una sensación de encierro que va en aumento
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Oscuras profecías.
    
    Y aun no os he contado el mejor punto de la serie: la banda sonora. Es una mezcla de cantos tribales, de coro angelical todo mezclando en un in crescendo brutal. Es una música fantasmagórica que te cala hasta el hueso. Un coro de ángeles caídos llenos de una música suave pero ambiental y voces discordantes. Da igual en que situación aparezca que tienes siempre la sensación de que algo no va bien, de que no es seguro. Quizás sea por perspectiva personal, pero los cultos siempre me han dado muy mal rollo, y este es uno de los cantos más espeluznantes que he escuchado jamás. De hecho, fue una de las principales razones que me animaron a ver la serie.


    Mención honorífica a la falta de sustos fáciles y subidas de volumen.

    Por lo demás es una serie correcta, con unos personajes normalitos, una fotografía sin mucha floritura pero muy bonita y una historia que funciona, pero un terror muy efectivo, sobretodo para ser una serie juvenil. Se le nota, sin embargo, demasiado la edad. En general, una de las grandes series de terror para niños.

    PUNTUACIÓN: 💀💀💀💀 (MUY BUENO)

    En fin, sin más dilación me despido esperando que os haya gustado y que me opinéis en los comentarios, así como recomendarme alguna otra película o serie de terror para reseñar.

    Un saludo.

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