Hablemos del Descenso, de Neil Marshall (2005)

En esta angosta oscuridad me propongo reseñaros esta cinta de horror retorcido. ¡Vamos a ello!


Del creador de Dog Soldiers, volvemos aquí para sufrir.

Creedme cuando os digo que esta cinta es uno de los pináculos de tensión en el cine de monstruos. No me tiembla el pulso al decir que estamos ante una de las mejores citas de terror actual, la cual destaca tanto en una dirección brillante como en un guion impecable y cruel hasta un punto en el que, en algunos países, se eliminó parte del final del metraje para que terminara con un sabor menos  agrio que en el corte oficial. Estamos ante una horrorosa opus magnum de claustrofobia, antropofagia y la peor cara del ser humano, con homenajes que van desde Apocalipse Now hasta un cine de monstruos propio de la Hammer.

La historia, después de un inicio cuanto menos explosivo, nos llevará por un viaje a los infiernos en forma de unas cavernas olvidadas y oscuras, en las cuales y atención al giro habrá de repente monstruos, todos los elementos sorpresivos explícito sin llegar al shock barato, y con un sentido narrativo perfecto criaturas absolutamente terribles que aumentarán la tensión enormemente, por si estar en un laberinto de cavernas debajo de la tierra completamente perdido y a oscuras no fuera suficiente. Las criaturas son seres verdaderamente horrorosos con un diseño muy inteligente y sencillo que consigue rayar en el valle inquietante presentándonos a estas bestias caníbales, sanguinarias y ciegas aspecto que el director usa la constantemente para aumentar la tensión ya galopante del film. No obstante, no serán ellos sino los personajes los que centraran nuestra atención y serán foco del terror, no solo su viéndolo sino produciéndolo. Estas actúan como un personaje aparte de los monstruos, una pieza más en una partida de ajedrez macabra.

Los antropófagos horrores que moran las cavernas

Las anteriormente nombradas protagonistas son un grupo de amigas que tratan de animar a otra de ellas que acaba de pasar por un trauma terrible. Sin embargo, bajo esa apariencia de amistad inestimable, se encuentran muchas y retorcidas sombras, que van desde lo más personal e individualista hasta rincones oscuros de la concepción colectiva del ser humano, llegando a explorar miedos y situaciones límites en una ambientación novedosa y de una manera lo más cruda imaginable. Hay incluso cierto punto perturbador en llegar a empatizar con sus acciones más grotescas, llegando a entender la situación extrema y usando de nuevo a los monstruos como justificación, los cuales actúan como una representación del estado mental mermado de la protagonista, así como una crítica oscura más no poder sobre la misma condición humana.

Una cosa que está cinta hace excepcionalmente bien es tratar sus temas, no solo a través de una narrativa más tradicional (es decir, a través de sus personajes e historia), sino también de un modo visual, cuya ambientación usa las características más propias del medio a través del cual se expresa. Estamos ante una especie de epopeya oscura, un descenso a los infiernos total y absoluto que puede recordar (sobre todo en cuanto a lo que la protagonista respecta) a algo ligeramente similar Apocalypse Now (el trauma que no la deja vivir, el enfrentarse a sus terrores en un viaje por el mismo infierno,...). El horripilante trauma de la protagonista se nos da expresando a través de este entorno luminoso que pasa a una angustiosa noche y termina en un entramado de cuevas que cada vez se volverán más estrechas, más ignotas, oscuras, violentas y hostiles llegando hasta hundir a la protagonista en una poza de sangre vomitiva y totalmente opresiva que demuestra cuán profundo está unida en cavernas más tenebrosas de su propia mente. Todo esto se ve reforzado por la escena final, la cual es tan dura que algunas versiones teatrales la eliminaron y que permite encuadrar perfectamente el estado deplorable en el que se encuentra la mente de nuestra protagonista, cuyos monstruos viven tanto fuera como dentro de ella y no es descabellado decir que unos alimentan a los otros.

El nuevo reparto de Friends

Tenéis que entender que esta no es la primera película que trata sobre monstruos o sobre gente atrapada en cavernas, de hecho, ni siquiera es la primera que se mezcla esos dos géneros (así a bote pronto, La caverna maldita (2005) y Underwater (2020) se me tornan muy similares). No obstante, El descenso destaca por una violencia y una crudeza enormes, por el trabajo en sus personajes y por saber llevar lo psíquico a los físico de una manera escabrosa y tremendamente efectiva que la hace meritoria de probablemente de ser la mejor película de este subgénero tan concreto, además de una de las grandes cintas del terror moderno.

PUNTUACIÓN: 💀💀💀💀💀 (sobresaliente)

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