Hablemos de Arachnid, de Jack Sholder (2001)

 ¡Buenos días! Hoy vamos a revisar esta retorcida cinta de bajo presupuesto y enormes arañas de otro planeta con sed de vuestra sangre. O la de quien sea, en realidad. Vamos a ello.


Si ya sois seguidores antiguos del blog sabéis perfectamente que la serie B y yo somos dos amantes cuasi inseparables, fogosos y siempre insaciables. Sin duda también he dado pruebas de que el horror más simple y hemoglobínico me agrada, lejos de las categorías pedantes de horror elevado que tratan de separar género que siempre ha sido lo que ha pretendido hacer y que trate de buscar nuevos frentes no desestima los primeros. Sin lugar a dudas también sabréis el amor y pasión profunda que profeso por los monstruos. Por lo tanto una cinta sobre unos científicos atrapados en una selva con una araña gigante el indígena no puede ser sino una invitación al disfrute. 

He de reconocer con, quizás, un poco de reparo de que está cinta cuenta con algo un tanto emotivo que hace que mi juicio no sea del todo claro. Mi pasión por los monstruos fue precoz, así que mi padre se dedicaba a buscarme película de ese estilo, el problema fue el inevitable cuando pones a un niño películas una tras otra que fagocita sin descanso: pronto te quedas sin películas conocidas. Por lo tanto, mi padre ni corto ni perezoso empezar rebuscar entre los sumideros de la serie B y Z más profana. Una de las primeras cintas que me trajo, o que yo recuerdo, y que se me quedó grabada a fuego fue esta. Ni decir tiene la felicidad que sentí cuando hace algo más de un año por fin la encontré en físico y puede añadirla a mi biblioteca con una especie de placer culpable (que en realidad de culpable tiene poco). Con lo cual creo que me podéis permitir el hablar de esta cinta que con sus fallos, que los tiene, creo tremendamente salvable. 

El estado de todos nosotros con las restricciones del COVID

Al César lo que es del César, tengo que reconocer que el principio es devastador: con un CGI horripilante que no augura nada bueno de esta cinta. Las actuaciones, aunque con momentos inintencionadamente divertidos, son bastantes chusqueras y poco interesantes, rozando muchas veces el campo de la sobreactuación. Además, la trama prácticamente es una excusa para pasar a la acción (¿una especie de araña alienígena¿ ¿O era un prisionero? Ni lo sé, ni se explican y realmente no me importa, que es la clave de todo esto). Sé que, para una película que he dicho que es bastante salvable, esta es una manera un poco rara de empezar pero hay que quitarse el elefante de la habitación y entender a que va esta película. Las claves de que esta cinta funcione también es que es plenamente consciente de sus fallas y trata de jugar con ellas para que vayan a su favor. ¿Qué quiero decir? Dejadme que os lo explique. 

La historia es bastante mala, pero es porque pone todo su esfuerzo en crear una ambientación cuidada. La sensación de esa selva frondosa oscura llena de secretos perdidos, calor y humedad está increíblemente bien lograda, desde la fotografía hasta la dirección, pasando por todos los diálogos y muchas cosas más; todo está increíblemente bien medido en este aspecto. Entorno y criaturas se mezclan creando un compuesto perfecto. 

El gran punto fuerte para mí de esta cinta son las criaturas. Muy al contrario de lo que puede parecer al principio, las criaturas son un derroche de creatividad basándose principalmente en arácnidos, cosas hechas al 100% y durante toda la cinta con efectos especiales tradicionales, marionetas realmente inventivas y prostéticos deliciosos, lleno de body horror realmente pesadillesco. Todos los seres que aparecen consiguen hallar la balanza entre horrores arácnidos ya conocidos y pesadillas dde ocho patas alienígenas y mutágenas totalmente delirantes, en una especie de horror que se acerca a veces incluso la nueva carne, acentuándose esto cuanto más avanza la película hasta ESE final. 

¡Quítamela! ¡QUITAMELA!

Tal vez el haber puesto tanto esfuerzo en las criaturas y en hacer sus escenas un festival de sangre y vísceras absolutamente espectacular hace que las escenas en las que no sale se sientan demasiado largas y que toda la espera hasta que aparecen por primera vez y comienza el frenesí son demasiado lentas. De hecho, es inevitable pensar que con un delineado mejor de los personajes esta cinta hubiera funcionado muchísimo mejor como un cortometraje más que como un largometraje a pesar de que no se extienda demasiado tiempo. 

Todo está adornado con una banda sonora muy hija de otra época estrafalaria como la misma película y conciertos ecos innegables a Depredador, a la que no para de hacer homenajes en las cosas más sutiles desde la ambientación hasta ciertas escenas, es lo que podemos considerar una inspiración muy profunda (o yo se la veo por paranoia inducida por las drogas). 

Arachnid, sin librarse de sus fallos, es una joyita de la serie B muy autoconsciente y que nos da una hora y pico de sangre, monstruos y momentos verdaderamente grotescos que se os quedarán grabados en la cabeza y como amante del género y la casquería más brutal no puede saltar en vuestras estanterías esta película de monstruos.

PUNTUACIÓN: 💀💀💀 (buena)



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